estoy esperando a alguien que no sé si existe

mis expectativas en el amor romántico

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En menos de 3 meses cumplo 23 años y sigo esperando con ansias el día en el que conozca a alguien por el que haya valido la pena esperar tanto tiempo.

Vivo en la constante búsqueda de una conexión especial, romantizando todas mis interacciones con hombres mediocres, no porque tengan algo en especial, sino porque inconscientemente quiero forzar al momento de mi vida en que se desarrollará la historia de amor que tanto llevo esperando.

Le veo potencial a conocer el amor de mi vida en cualquier situación, en ir al supermercado a hacer la compra, en ir a una consulta médica porque me duele la espalda, en conocer a los amigos hombres de mis amigos hombres, en empezar algún curso donde podría desbloquear nuevos personajes, etc. Y todo el mundo dice que llega cuando menos te lo esperas, pero por más que lo intente yo siempre me lo estoy esperando. ¿Cómo es posible que en todos los entornos en los que me he movido a lo largo de mi vida “adulta” aún no conozco a nadie que me corresponda? Suena hasta deprimente.

No me malinterpreten, disfruto mucho mi compañía y me gusta bastante estar sola, también soy consciente de que una pareja no va a arreglar mi vida, y no espero que lo haga. Solo quiero una historia de amor bonita, qué ironía ser una persona a la que le gusta tanto el amor y el romance, pero nunca haber experimentado más allá del amor platónico. Quiero que me acaricien el pelo mientras recuesto mi cabeza en su hombro, ver películas juntos y terminar besándonos, que me compre flores porque sabe lo mucho que me gustan, que me tome fotos desprevenidas porque quiera capturar cada detalle de mi rosto, y caminar por las calles agarrados de las manos. Encontrar una persona que me proporcione paz y tranquilidad donde los sentimientos sean mutuos, una persona que piense tanto en mí como yo piense en ella, y que no sea unilateral como todas mis experiencias pasadas.

Hemos pasado por una pandemia mundial, falleció la reina de Inglaterra, terminé un grado, estoy cursando un máster, ya he tenido mi primer trabajo, y por lo que veo estamos más cerca de la tercera guerra mundial que de mi primera relación estable. Y no es que necesite un novio, porque no es una necesidad, es una experiencia bonita si encuentras a la persona correcta.

El ser humano fue puesto en la tierra para amar, amar a nuestros familiares, amar nuestro trabajo, amar nuestros amigos, amar la comida que nos comemos, para amar la vida en general. Tener una pareja no es una necesidad, pero forma parte de la experiencia humana. Cada año que pasa se vuelve más incómodo decir “No, nunca he tenido novio.” Nunca haber llevado a nadie a la cena de navidad, y que tu familia en tus casi 23 años de vida no haya conocido ningún interés romántico tuyo. Cuando tienes 13 y recién estás empezando tu adolescencia está bien, pero cuando tienes 23 años ya empiezas a cuestionarte las cosas.

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En una generación donde el amor ya no es tan puro como antes y cada década que pasa se pudre más, a veces siento que estoy esperando por una persona que no existe. ¿Soy yo la mala eligiendo? ¿O es que ya no quedan hombres buenos? ¿O será que realmente no estoy abierta al amor?

Muchos dicen que mientras más esperas mejor es el hombre que llega a tu vida, o que ningún hombre se te acerca porque tu futuro esposo ha estado rezando para que ningún otro hombre se te acerque, a mí me suena a delirio total, pero me gusta creérmelo.

¿Pero y si nos estamos engañando a nosotras mismas para no tener que hacer el esfuerzo de conocer a más personas? ¿Y si realmente no existe nadie para nosotras? Y si estamos esperando una historia de amor que nadie nos ha prometido, no sabemos lo que está escrito en nuestra historia.

Aun estando soltera por 22 años, a mí sí me gusta pensar que hay alguien para mí allá afuera, que si tengo estas cualidades en mi cabeza es porque esas cualidades existen en una persona, hay alguien allá fuera que existe tal y como yo lo quiero, hecho a la medida para mí.

La mente se cree todo lo que le digas, aunque no lo sientas como tu realidad, si crees que encontraras el hombre de tus sueños lo vas a encontrar, aunque te tardes 23 años. Tú sabes que podría no ser real, pero el cerebro no sabe distinguir entre lo real y la imaginación.

Prefiero vivir en el delirio de que el hombre de mis sueños existe y tiene todas las cualidades que quiero, a pensar que no existe nadie para mí, por lo menos de esa forma viviré más feliz. Está bien querer y anhelar otro tipo de amor que no sea el propio, que no sea el amor de tus amigas, si es amor, pero no es el mismo tipo de amor y es más que válido que quieras enamorarte y experimentar otro tipo de amor que no sea el platónico.

No obstante, que la desesperación no te haga elegir mal, porque siempre es mejor estar sola que mal acompañada.

Y si llegaste hasta aquí, muchísimas gracias por leerme.

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